Las mejores formas de recargar tu energía personal

El primer paso para recuperar la energía es entender qué es la relajación y por qué la necesitas. Hay muchas opciones para cambiar de enfoque.

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Persona estirándose bajo un árbol, alguien paseando a un perro, otra persona meditando en un banco y un picnic con snacks saludables en un entorno al aire libre.
Diversas formas de recargar tu energía personal, como estirarse, pasear, meditar y disfrutar de un picnic saludable.

Cómo recargar tu estado de ánimo y tu energía

Te levantas otro día más de trabajo y te conectas al ordenador. Lo primero que aparece en la pantalla es una larga lista de tareas pendientes. Al verla, pierdes la poca energía que te quedaba por la mañana. Ahora estás buscando algo que pueda ayudarte. No tienes tiempo para preparar el desayuno. El café no funciona. No sabes cómo vas a progresar de verdad. ¿Dónde está ese maldito cargador?

Sentirte agotado puede estar relacionado con un estrés mental, físico o emocional sostenido. En momentos de estrés, los altos niveles de cortisol pueden interferir en el funcionamiento de todo el organismo. Pero no te preocupes: hay muchas formas de mejorar esta situación como, por ejemplo, kino online jugar.

¿Qué agota tu batería?

Todo el mundo se agota a veces, pero lo que nos agota y nos recarga a cada uno es algo muy personal. Empieza a darte cuenta de qué actividades te dejan exhausto para que puedas elegir la mejor actividad para contrarrestar el agotamiento.

Si participar en reuniones de Zoom te hace sentir a punto de desplomarte, quizá la soledad al aire libre sea tu energizante personal. Si estar sentado todo el día te deja decaído, programa descansos regulares para hacer estiramientos o sudar.

Ninguna recarga funciona para todo el mundo, y tus soluciones pueden variar de un día para otro. Recárgate hoy con un maratón de tu serie favorita y mañana con un paseo por la naturaleza. Céntrate en lo que más te convenga.

Estira tu cuerpo

Los músculos doloridos nos hacen sentir cansados e irritables, sobre todo si nos impiden dormir bien. Los estiramientos pueden ayudarte, tanto si el dolor se debe a un esfuerzo físico como si te pasas el día sentado en la oficina.

Es una parte importante de cualquier rutina de ejercicios y, en la medida de lo posible, debe integrarse en la jornada laboral; por ejemplo, dedicar unos minutos de vez en cuando a estirar los brazos y el cuello puede suponer una gran diferencia si sufres de tensión en los hombros.

Modifica tu dieta

A lo largo del día, comemos alimentos poco saludables (patatas fritas, galletas y postres con nata) que nos restan energía. Las personas que comen demasiados carbohidratos complejos (como cereales integrales), fritos, demasiada glucosa (dulces) y proteínas se sienten aletargadas todo el día, sobre todo después de las comidas.

Por eso los dietistas recomiendan una mezcla saludable de todos los nutrientes adecuados en las cantidades adecuadas.

Esto es lo que puedes hacer para mantener altos tus niveles de energía

  • Tus comidas no deben consistir principalmente en tortillas o arroz, mejor llena tu barriga de verduras;
  • Las raciones deben ser pequeñas;
  • Come fruta y frutos secos como tentempiés entre comidas;
  • No consumas proteínas en cada comida.

Da un paseo

Probablemente, la solución más sencilla y económica sea calzarte los zapatos y caminar. Simplemente sal. Aunque pasear con los niños o la pareja puede ser estupendo, a veces es bueno salir a pasear solo (o con el perro).

Cuando sales a pasear, no se trata de caminar rápido, escuchar música a todo volumen o incluso intentar perder peso (aunque todo eso también puede formar parte del paseo, si es lo que realmente te relaja). Se trata más bien de prestar atención, escuchar los sonidos que nos rodean y disfrutar de las vistas del camino. Respira el aire fresco y fíjate en lo que ocurre en tu entorno. Incluso un paseo de diez o quince minutos puede darte el impulso que necesitas.

Desconecta

Después de un día lleno de estrés, necesitas desconectar, y eso significa apagar el teléfono para pasar un tiempo muy necesario para ti. Puede ser tentador sentarte en el sofá con el teléfono toda la noche, revisando correos electrónicos, respondiendo a mensajes de texto o perdiéndote en Facebook o Instagram.

Apaga el teléfono y guárdalo en un cajón de una habitación de tu casa que no estorbe, o déjalo en el coche. No vuelvas a tocarlo hasta que hayas descansado bien por la noche.

Refréscate

Después de un día duro, tómate tu tiempo para refrescarte echándote una siesta de 45 minutos. Una sesión rápida de meditación de 5 o 10 minutos también puede ayudarte a levantarte. Utiliza tu teléfono para buscar una meditación guiada en YouTube o pon música relajante mientras meditas en silencio durante unos minutos.

También puedes mimarte con un baño de burbujas o, si necesitas algo más estimulante, darte una ducha rápida. Antes de salir de la ducha, échate un poco de agua helada en la cara; el frío te refrescará y te despertará.