Cómo los atletas olímpicos están usando OnlyFans para financiar sus carreras deportivas

Atletas olímpicos como Jack Laugher y Matthew Mitcham recurren a OnlyFans para financiar su participación en los Juegos, revelando la falta de apoyo financiero en el deporte de élite.

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Jack Laugher en acción durante una competencia de clavados, complementando sus ingresos con OnlyFans
El clavadista británico Jack Laugher, medallista olímpico, recurre a OnlyFans para financiar su participación en los Juegos Olímpicos.

En un contexto donde los atletas olímpicos enfrentan dificultades financieras para costear su participación en los Juegos Olímpicos, algunos han encontrado en OnlyFans una alternativa para asegurar los fondos necesarios. En lugar de depender únicamente de patrocinadores tradicionales, varios deportistas han optado por vender contenido erótico en esta plataforma para poder seguir persiguiendo sus sueños olímpicos.

Uno de los ejemplos más recientes es el del clavadista británico Jack Laugher, medallista de bronce en París 2024, quien ha utilizado OnlyFans para complementar sus ingresos y costear su carrera deportiva. A pesar de su éxito en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde ganó una medalla, Laugher ha señalado que los ingresos de la plataforma han sido un «salvavidas absoluto». Con una suscripción de 10 dólares al mes, publica contenido «SFW (seguro para el trabajo)» en ropa interior, lo que le ha permitido mantenerse a flote en medio de los altos costos asociados con su deporte.

El dilema de los atletas y la falta de financiación

La situación de Jack Laugher no es única. Otros atletas olímpicos también han recurrido a OnlyFans como una solución ante la disminución de patrocinios y el aumento de gastos. El remero neozelandés Robbie Manson y la saltadora con pértiga canadiense Alysha Newman son solo algunos ejemplos de deportistas que han utilizado la plataforma para generar ingresos adicionales.

Un caso destacado es el del australiano Matthew Mitcham, primer medallista de oro olímpico abiertamente gay, quien se unió a OnlyFans tras no poder asegurar patrocinadores suficientes. Mitcham ha revelado que gana el triple de lo que solía recibir como atleta de élite, publicando fotos y videos de desnudos parciales. Esta realidad pone en evidencia la precaria situación financiera en la que se encuentran muchos atletas de alto nivel.

La respuesta del Comité Olímpico Internacional

A pesar de la creciente tendencia de los atletas olímpicos que recurren a OnlyFans, el Comité Olímpico Internacional (COI) parece no estar tomando medidas al respecto. Ante la pregunta sobre este fenómeno, el portavoz del COI, Mark Adams, respondió con ironía, lo que sugiere una falta de interés por parte del organismo en abordar este tema que afecta directamente a los competidores olímpicos.

La organización Global Athlete, creada por atletas para combatir el desequilibrio de poder en el deporte, ha sido crítica con el COI, condenando lo que describen como un «modelo de financiación roto». Según Rob Koehler, director general de Global Athlete, el COI genera más de 1.700 millones de dólares al año, pero se niega a pagar a los atletas que asisten a los Juegos. Koehler compara esta situación con «una forma de esclavitud moderna», donde los deportistas luchan por cubrir sus necesidades básicas mientras los altos cargos disfrutan de grandes salarios.

OnlyFans: ¿una solución temporal o un modelo sostenible?

El auge de OnlyFans entre los atletas olímpicos plantea preguntas sobre la sostenibilidad de este modelo a largo plazo. Si bien la plataforma ha proporcionado una fuente de ingresos crucial para muchos, también expone la falta de apoyo financiero adecuado en el deporte de alto rendimiento. La necesidad de recurrir a la venta de contenido erótico resalta la desigualdad y la presión que enfrentan los deportistas para financiar sus carreras.

En última instancia, la situación actual revela una desconexión entre el éxito deportivo y la estabilidad financiera. Mientras que algunos atletas han encontrado un respiro en plataformas como OnlyFans, es necesario replantear cómo se financian los deportes menos mediáticos y asegurar que todos los competidores olímpicos tengan las mismas oportunidades para alcanzar el éxito sin comprometer su integridad.